El tratamiento de la EPOC requiere un abordaje integral con el objetivo de retrasar al máximo los síntomas de la enfermedad y el deterioro pulmonar. En este sentido, la continuidad asistencial resulta clave a la hora de tratar a estos enfermos crónicos.
Esta semana se ha celebrado el Día Mundial de la EPOC, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica que en España supone la cuarta causa de fallecimiento, con alrededor de 14.000 muertes anuales, y que afecta a unos tres millones de ciudadanos. Junto a estas circunstancias, los pacientes llevan tiempo exigiendo más actuaciones para actualizar la asistencia sanitaria a sus circunstancias personales.
La continuidad asistencial es un concepto clave para la atención de calidad en sanidad, y más, si cabe, cuando se trata de pacientes crónicos, como es el caso de las personas con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC).
La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es una de las mayores causas de morbimortalidad en España y en el mundo, donde es la tercera causa de muerte. Según el estudio Episcan II, la prevalencia de la EPOC en la población española de entre 40 y 80 años es del 11,8%. Se trata de una enfermedad que afecta enormemente a la calidad de vida y presenta una tasa de infradiagnóstico cercana al 75%: 80,6% en mujeres y 70,4% en varones.
La ciudad no presenta un cuadro severo de contaminación salvo episodios relacionados con las temperaturas extremas en verano y mantiene un alto ritmo de inversiones y estrategias para la mejora del medio ambiente. El 58% de los sevillanos sufre síntomas relacionados con la salud respiratoria, pero solo un 46% de los que los padece con frecuencia está diagnosticado.