

Caminar es una parte importante de la vida diaria. Para las personas con EPOC, los cambios en la respiración, la fuerza muscular y la condición física general pueden afectar su movilidad.
Estudios previos han demostrado que las personas con EPOC suelen caminar menos que quienes no la padecen, pero no se ha comprendido del todo cómo caminan durante las actividades cotidianas ni cómo cambian estos patrones a medida que la EPOC se agrava.
Al comprender estos cambios, los equipos sanitarios pueden detectar los primeros signos de una disminución de la movilidad y ofrecer apoyo antes de que las dificultades se agraven.
Este estudio exploró cómo caminan las personas con EPOC durante sus rutinas diarias normales y comparó su forma de caminar con la de adultos mayores sin EPOC.
Los investigadores estudiaron a 549 personas con EPOC de siete clínicas de toda Europa, junto con 19 adultos mayores sin EPOC. Todos los participantes llevaron un pequeño sensor de movimiento en la zona lumbar durante una semana. El dispositivo registró la actividad física de forma continua durante actividades cotidianas como moverse por casa, ir de compras o caminar al aire libre.
Los investigadores examinaron 15 aspectos diferentes de la marcha, entre ellos:
El estudio también exploró si los patrones de marcha estaban relacionados con la gravedad de la EPOC y síntomas como la dificultad para respirar.
Las personas con EPOC mostraron claras diferencias en su forma de caminar en comparación con el grupo sin esta afección. El estudio halló que las personas con EPOC:
En general, el estudio sugiere que la EPOC afecta no solo la cantidad de kilómetros que caminan las personas, sino también la calidad y la constancia de sus caminatas en la vida diaria.
Los cambios en la forma de caminar pueden tener un impacto real en las actividades cotidianas. Un movimiento más lento, una menor velocidad y pasos más cortos pueden dificultar tareas como ir de compras, subir escaleras o participar en actividades sociales. Estos cambios también pueden afectar la confianza y la independencia.
Detectar a tiempo los cambios en la forma de caminar puede ayudar a los pacientes y a los equipos sanitarios a decidir cuándo se necesita apoyo adicional. Esto podría incluir:
Comprender y controlar los cambios en la forma de caminar puede ayudar a mantener la independencia y la calidad de vida.
Lea el artículo de investigación original: ¿Cómo caminan las personas con EPOC? Un estudio europeo sobre la marcha en el mundo real medida digitalmente.
Este trabajo forma parte del proyecto Mobilise-D, financiado por la UE . Mobilise-D es un consorcio de investigación que utiliza tecnología digital para mejorar la medición del rendimiento al caminar en la vida diaria. Socios de 34 universidades, hospitales e industrias de primer nivel colaboran con pacientes, profesionales sanitarios y expertos del sector para desarrollar mediciones fiables del rendimiento al caminar en situaciones reales, como la distancia recorrida o la velocidad al caminar.
https://europeanlung.org/en/news-and-blog/every-step-counts-understanding-how-copd-affects-your-mobility/